• Siganos en Facebook
  • Siganos en YouTube
  • Siganos en Instagram

¿Puede mi
presión arterial
variar en cada
control?

Nuestro corazón late aproximadamente 100.000 veces por día. Nuestra presión o tensión arterial varía con cada latido. Esta característica se conoce como “Variabilidad de la presión arterial”, es normal en todas las personas y a veces está aumentada en algunas circunstancias diarias. La presión arterial es influida constantemente por diferentes factores de la vida cotidiana que la modifican (hora, temperatura, estrés psíquico, dolor, alimentación, ejercicio, medicamentos, etc.), por lo que es necesario considerar varios registros para evaluarla.

Con frecuencia en los consultorios médicos se escucha a la gente decir: “¿Cómo es que tengo ahora 150/90 de presión, si hace un rato me tomaron y tenía 130/80? Alguno de los equipos anda mal...”. Lo cierto es que probablemente ambos controles sean correctos. Por eso, desde las sociedades científicas aconsejamos dos o tres controles consecutivos con algunos minutos de diferencia y respetando la técnica correcta como se menciona en este Rincón del Hipertenso.

Hay dos situaciones que se observan con frecuencia en los consultorios médicos y que expresan esto que llamamos “variabilidad de la presión arterial”. Son dos fenómenos opuestos sobre los que es necesario estar alertas:

Hipertensión de consultorio (”Fenómeno o hipertensión del guardapolvo blanco”): ocurre cuando las cifras medidas en el consultorio médico son más altas que las medidas durante la vida cotidiana.
En estos casos, la presión “miente hacia arriba”, y si no se tiene en cuenta este fenómeno la persona puede ser rotulada y tratada erróneamente como hipertensa. Las personas que presentan este fenómeno pueden desarrollar en el futuro hipertensión arterial establecida, con el aumento del riesgo cardiovascular que esto implica. Si bien solo se aconsejan controles periódicos, dieta saludable y actividad física, es controversial la evidencia acerca de la indicación de medicamentos.

Hipertensión oculta: ocurre cuando en el consultorio médico se miden cifras infe4riores a las de la vida cotidiana de la persona. En estos casos la presión “miente hacia abajo”, y de no considerarse esta situación se puede establecer como “normal” a la persona que la presenta y pasar por algo el riesgo que esto implica ya que en general necesitan tratamiento, porque el riesgo de afección cardiovascular es alto y habitualmente se indica tratamiento. Muchos de estos casos son pacientes con presión arterial en el consultorio cerca del límite, y es más frecuente en hombres, diabéticos, tabaquistas y personas con alto estrés laboral.

Para detectar estas situaciones en general y de acuerdo a la disponibilidad, necesitamos el uso de mediciones de la presión arterial fuera del consultorio médico. Para ello contamos con el “Monitoreo Ambulatorio de la Presión Arterial (MAPA)”, que es un registro de la presión arterial cada 24 hs. con un equipo portátil durante un día “normal” de una persona; y el Monitoreo Domiciliario de la Presión Arterial (MDPA), que consiste en registros de PA que el paciente se efectúa a si mismo (autocontroles) en su domicilio durante varios días, con equipos validados, automáticos y siguiendo un protocolo específico.

Con estos métodos podemos evitar los “errores” tanto por la hipertensión de consultorio como por la hipertensión oculta, y tomar decisiones terapéuticas basadas en fundamentos sólidos.

Quiero compartir la nota en
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Whatsapp
  • Compartir en Twitter