Autor: Dr. Julián Minetto. SAHA. Diciembre 2024
El concepto de “sal oculta” se refiere al sodio (sal) que se encuentra en muchos alimentos, incluso cuando no parecen salados. Para los pacientes hipertensos, el consumo elevado de sodio puede empeorar la presión arterial, afectando la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Esto significa que no solo debemos preocuparnos por la sal de mesa, sino también por todos aquellos alimentos que, sin que nos demos cuenta, tienen altas cantidades de sodio.
La “sal oculta” se encuentra en alimentos procesados y empaquetados. Por ejemplo, productos como los embutidos-fiambres (salchichas, chorizos, jamón), quesos, panes, galletitas, y comidas rápidas suelen contener altos niveles de sodio para realzar el sabor o conservarlos por más tiempo. Incluso algunos alimentos que parecen inofensivos, como las sopas en polvo, los caldos concentrados, las salsas (ketchup, mostaza, salsa de soja), y hasta algunos cereales o productos de panadería (facturas, bizcochitos), pueden aportar más sodio del que imaginamos.
Reducir el consumo de “sal oculta” es especialmente importante para los pacientes con hipertensión. A menudo, creemos que podemos controlar nuestra ingesta de sal simplemente evitando añadirla a las comidas. Sin embargo, la mayor parte del sodio que consumimos proviene de estos alimentos procesados (hasta el 70%). Por ejemplo, una rebanada de pan puede contener hasta 200 mg de sodio, y un trozo de queso puede aportar aún más. Al sumarse cada pequeña cantidad de sodio en diferentes alimentos, el resultado final puede sobrepasar fácilmente el límite recomendado.
Para cuidar la salud, es recomendable leer las etiquetas de los productos y optar por aquellos que tengan menos de 140 mg de sodio por porción, lo cual se considera bajo. Además, preparar comidas frescas y caseras permite controlar mejor el contenido de sodio. Elegir hierbas y especias en lugar de sal para condimentar también puede mejorar el sabor de las comidas sin aumentar la presión arterial.
Como conclusión la “sal oculta” está en muchos alimentos y representa un riesgo para las personas con hipertensión. Aprender a identificar y reducir estos productos ayuda a llevar una dieta más saludable, protegiendo el corazón y evitando complicaciones de salud relacionadas con la presión alta.